The consumption of raw or undercooked foods such as meat, poultry, fish, shellfish, or eggs can increase the risk of foodborne illness, especially in people with a weakened immune system.
El consumo de alimentos crudos o poco cocidos como carnes, pollos, pescados, mariscos o huevos pueden aumentar el riesgo de enfermedades alimentarias especialmente en personas con un sistema inmunológico debilitado.